LA ODONTOLOGÍA DEL FUTURO
“Visión de Hoy, Realidad de Mañana”
Por AGUSTIN ZERON
Muchos son los distanciamientos que han venido ocurriendo desde los conceptos originales a los nuevos conocimientos adquiridos. De lo que aprendimos en la escuela a lo que ahora hacemos en nuestra vida. De lo que creíamos, a lo que hoy comprendemos. Cambiar teorías, postulados, modificar axiomas, leyes, etc. Todo es una evolución, la misma evolución que como hombres hemos aprendido en el pequeño espacio que nos corresponde para crecer y ser.
La verdadera riqueza debe encontrarse en el hombre y en el desarrollo de su capacidad para descubrir, asombrarse y crear, mencionó alguna vez el científico alemán Alexander von Humbold.
Nuestra evolución trae consigo nuevas visiones, nuevos caminos, y por lo tanto nuevos horizontes. Tan solo ayer al hombre le daba miedo lanzar sus carabelas a la mar, hoy podemos ser testigos presénciales de viajes en colosales naves que llegan a espacios cósmicos alguna vez soñados o a microscópicos espacios propios de la proteómica o la nanotecnología.
Estamos en el inicio de un nuevo milenio y ello hace coincidir con el desarrollo de nuevos paradigmas, nuevas filosofías, mayores horizontes. Al igual que es común hacer una lista de propósitos o buenas intenciones, como las que hacemos al final o en el inicio de cada año. Así sería conveniente que revisáramos hoy nuestra lista de nuevas ambiciones.
Resulta lógico observar que al inicio de los últimos siglos el hombre logra avanzar en sus proezas, en sus logros, en su visión. Muchos de los hombres y las mujeres que han logrado trascender las fronteras de conocimiento y de la inventiva racional, han sido quienes nacen en un siglo donde toman su marco de referencia y florecen en su madurez cuando el siglo siguiente, la nueva época es testigo de sus aportaciones, que muchas de ellas han sido hitos o han cambiado el mismo curso de la historia y el advenimiento de nuevas eras.
En esta época recombinada de noticias que llevan a nuestra mente a escenarios donde se discute la cooperación internacional por la paz, el desarme nuclear, así como el control de armas químicas y biológicas en aras de la seguridad mundial. En torno a la biología encontramos también noticias científicas con diversos argumentos y puntos de vista en torno a la clonación con fines reproductivos o la visión médica de la clonación a través de células madre y uso de blastocistos (blastocyst) con fines terapéuticos.
No sería extraño entonces enredarnos con la íntima relación entre los principios bioéticos de la medicina contemporánea y los avances en física atómica y mecánica cuántica para discutir la anunciada teleportación de fotones y su relación con la clonación.
La odontología del Siglo XXI es la visión de hoy con una realidad del mañana, de lo que alguna vez nos imaginamos, idealizamos o soñamos es hoy nuestra realidad. La odontología contemporánea no es una abstracción del futurismo idealista porque a ciencia cierta sabemos que el mañana inició hoy.
Así entonces acogiéndose a las aras para seguir trabajando en nuestro mundo de cuatro paredes, donde tomamos decisiones entre los materiales dentales recientes que habrá que implementar para guardar en un cajón a la centenaria amalgama, y buscar materiales dentales que puedan ofrecer resultados estéticos más impactantes a nuestros ojos y a los de nuestros pacientes, tal como son los composites microhíbridos, de relleno cerámico o los componeros o porcelanas de alta fusión que enmarcan la era de la cosmética dental. Y esto no es solo una moda o una mera coincidencia tecnológica. Es el resultado de la visión que en materia de prevención se desarrolló hace más de treinta años y ahora se refleja con un perfil de práctica odontológica cada vez menos invasiva.
También en aras de la biología molecular la odontología dejó atrás la era del parodontauro (sacar dientes flojos y cortar encías) y la era periodontozóica (abrir colgajos y rellenar defectos óseos) para llegar a la nueva era de la Periodontología Contemporánea donde buscamos “que ponerle” a los tejidos afectados para indexarle a las células que participan en la cicatrización uno que otro factor de crecimiento (PDGF-A), o proteínas morfogenéticas (BMP2, BMP12), o el uso de biomateriales combinados con aminoácidos o péptidos de enlace como eslabones para la regeneración tisular que puedan aplicarse hoy en día a nuestra práctica con los más recientes productos provenientes de la biotecnología o ingeniería tisular activa.
Pero para desarrollar una mejor odontología no bastará con sentarse y esperar a ver las nuevas tecnologías que nos ofrecen una práctica clínica más ergonómica o sofisticada.
Los grandes avances que la humanidad ha logrado revelar a la luz de nuestro conocimiento han sido solo para su mejor comprensión y desarrollo. Ahora nosotros como protagonistas del nuevo siglo en nuestro ámbito profesional, académico, científico o simplemente en un espacio clínico, nos corresponde tener la visión de lo que debemos ser como odontólogos del nuevo milenio.
Tener visión no es solo la acción y efecto de ver bien, tener visión es saber ver a donde vamos. Es saber tomar decisiones inteligentes para determinar cual es el mejor camino para llegar a un destino. Tener visión es saber definir con un conocimiento claro nuestra imaginación o intelecto, ya que si no hacemos el camino, seremos simplemente parte del camino.
En una analogía compacta bastaría hacer referencia de algunos hombres visionarios que con su capacidad e ingenio fueron piedras angulares para levantar columnas y abrir puertas que hoy nos permiten contemplar hechos reales que antes eran inimaginables:
Antön van Leeuwenhoek (1632-1723) es quién con su inventiva y agudo empeño logra fabricar con lentes de aumento el primer microscopio (1683) para ver formas de vida nunca antes vistas, “los animanúculos”. Es un hecho que las primeras bacterias observadas fueron las de la propia boca de Leenwenhoek, y con ello dejar ver a futuro importantes aportaciones a la humanidad como las de Louis Pasteur (1822-1895) y Robert Koch (1845-1910). Hasta las recientes vistas ultraestructurales de una célula o los potentes microscopios de barrido que han sido base de la nanociencia y nanotecnología.
MACRO (mm) Una hormiga = 1 cm. 10-2 m
MICRO (μm) Una célula = 20 micrómetros 10-6 m
NANO (nm) Un ribosoma = 25 nanómetros
NANO Un nanómetro = .000,000,000,10m 10-9 m
NANO (nm3) Un nanómetro cúbico = aprox. 258 átomos de carbono
“Visión de Hoy, Realidad de Mañana”
Por AGUSTIN ZERON
Muchos son los distanciamientos que han venido ocurriendo desde los conceptos originales a los nuevos conocimientos adquiridos. De lo que aprendimos en la escuela a lo que ahora hacemos en nuestra vida. De lo que creíamos, a lo que hoy comprendemos. Cambiar teorías, postulados, modificar axiomas, leyes, etc. Todo es una evolución, la misma evolución que como hombres hemos aprendido en el pequeño espacio que nos corresponde para crecer y ser.
La verdadera riqueza debe encontrarse en el hombre y en el desarrollo de su capacidad para descubrir, asombrarse y crear, mencionó alguna vez el científico alemán Alexander von Humbold.
Nuestra evolución trae consigo nuevas visiones, nuevos caminos, y por lo tanto nuevos horizontes. Tan solo ayer al hombre le daba miedo lanzar sus carabelas a la mar, hoy podemos ser testigos presénciales de viajes en colosales naves que llegan a espacios cósmicos alguna vez soñados o a microscópicos espacios propios de la proteómica o la nanotecnología.
Estamos en el inicio de un nuevo milenio y ello hace coincidir con el desarrollo de nuevos paradigmas, nuevas filosofías, mayores horizontes. Al igual que es común hacer una lista de propósitos o buenas intenciones, como las que hacemos al final o en el inicio de cada año. Así sería conveniente que revisáramos hoy nuestra lista de nuevas ambiciones.
Resulta lógico observar que al inicio de los últimos siglos el hombre logra avanzar en sus proezas, en sus logros, en su visión. Muchos de los hombres y las mujeres que han logrado trascender las fronteras de conocimiento y de la inventiva racional, han sido quienes nacen en un siglo donde toman su marco de referencia y florecen en su madurez cuando el siglo siguiente, la nueva época es testigo de sus aportaciones, que muchas de ellas han sido hitos o han cambiado el mismo curso de la historia y el advenimiento de nuevas eras.
En esta época recombinada de noticias que llevan a nuestra mente a escenarios donde se discute la cooperación internacional por la paz, el desarme nuclear, así como el control de armas químicas y biológicas en aras de la seguridad mundial. En torno a la biología encontramos también noticias científicas con diversos argumentos y puntos de vista en torno a la clonación con fines reproductivos o la visión médica de la clonación a través de células madre y uso de blastocistos (blastocyst) con fines terapéuticos.
No sería extraño entonces enredarnos con la íntima relación entre los principios bioéticos de la medicina contemporánea y los avances en física atómica y mecánica cuántica para discutir la anunciada teleportación de fotones y su relación con la clonación.
La odontología del Siglo XXI es la visión de hoy con una realidad del mañana, de lo que alguna vez nos imaginamos, idealizamos o soñamos es hoy nuestra realidad. La odontología contemporánea no es una abstracción del futurismo idealista porque a ciencia cierta sabemos que el mañana inició hoy.
Así entonces acogiéndose a las aras para seguir trabajando en nuestro mundo de cuatro paredes, donde tomamos decisiones entre los materiales dentales recientes que habrá que implementar para guardar en un cajón a la centenaria amalgama, y buscar materiales dentales que puedan ofrecer resultados estéticos más impactantes a nuestros ojos y a los de nuestros pacientes, tal como son los composites microhíbridos, de relleno cerámico o los componeros o porcelanas de alta fusión que enmarcan la era de la cosmética dental. Y esto no es solo una moda o una mera coincidencia tecnológica. Es el resultado de la visión que en materia de prevención se desarrolló hace más de treinta años y ahora se refleja con un perfil de práctica odontológica cada vez menos invasiva.
También en aras de la biología molecular la odontología dejó atrás la era del parodontauro (sacar dientes flojos y cortar encías) y la era periodontozóica (abrir colgajos y rellenar defectos óseos) para llegar a la nueva era de la Periodontología Contemporánea donde buscamos “que ponerle” a los tejidos afectados para indexarle a las células que participan en la cicatrización uno que otro factor de crecimiento (PDGF-A), o proteínas morfogenéticas (BMP2, BMP12), o el uso de biomateriales combinados con aminoácidos o péptidos de enlace como eslabones para la regeneración tisular que puedan aplicarse hoy en día a nuestra práctica con los más recientes productos provenientes de la biotecnología o ingeniería tisular activa.
Pero para desarrollar una mejor odontología no bastará con sentarse y esperar a ver las nuevas tecnologías que nos ofrecen una práctica clínica más ergonómica o sofisticada.
Los grandes avances que la humanidad ha logrado revelar a la luz de nuestro conocimiento han sido solo para su mejor comprensión y desarrollo. Ahora nosotros como protagonistas del nuevo siglo en nuestro ámbito profesional, académico, científico o simplemente en un espacio clínico, nos corresponde tener la visión de lo que debemos ser como odontólogos del nuevo milenio.
Tener visión no es solo la acción y efecto de ver bien, tener visión es saber ver a donde vamos. Es saber tomar decisiones inteligentes para determinar cual es el mejor camino para llegar a un destino. Tener visión es saber definir con un conocimiento claro nuestra imaginación o intelecto, ya que si no hacemos el camino, seremos simplemente parte del camino.
En una analogía compacta bastaría hacer referencia de algunos hombres visionarios que con su capacidad e ingenio fueron piedras angulares para levantar columnas y abrir puertas que hoy nos permiten contemplar hechos reales que antes eran inimaginables:
Antön van Leeuwenhoek (1632-1723) es quién con su inventiva y agudo empeño logra fabricar con lentes de aumento el primer microscopio (1683) para ver formas de vida nunca antes vistas, “los animanúculos”. Es un hecho que las primeras bacterias observadas fueron las de la propia boca de Leenwenhoek, y con ello dejar ver a futuro importantes aportaciones a la humanidad como las de Louis Pasteur (1822-1895) y Robert Koch (1845-1910). Hasta las recientes vistas ultraestructurales de una célula o los potentes microscopios de barrido que han sido base de la nanociencia y nanotecnología.
MACRO (mm) Una hormiga = 1 cm. 10-2 m
MICRO (μm) Una célula = 20 micrómetros 10-6 m
NANO (nm) Un ribosoma = 25 nanómetros
NANO Un nanómetro = .000,000,000,10m 10-9 m
NANO (nm3) Un nanómetro cúbico = aprox. 258 átomos de carbono
Un nanómetro = una millonésima parte de un milímetro o la billonésima parte de un metro. Es aproximadamente diez mil veces más delgado que el diámetro de un cabello humano y unas cuatro veces más ancho que un átomo.
Wilhelm Conrad Röntgen (1845-1923) quién con su descubrimiento de los “Rayos X” dio a la humanidad una visión distinta de nuestro cuerpo. Tal es el caso, para que un médico pueda tener una visión más clara de lo que afecta a su enfermo. El descubrimiento de Röntgen ha evolucionado para permitirnos ahora tener imágenes a través de radiovisiógrafos o tomografías axiales computarizadas que nos permiten ser no solo más asertivos en el diagnóstico, sino en la planeación del acto quirúrgico con imágenes y hasta modelos tridimensionales.
Y de regreso a nuestro contexto nacional, y contemporáneo. Donde se siguen abriendo escuelas de odontología, y en resultante se continúa formando profesionistas “prácticos” (cirujanos dentistas, licenciados en odontología, médicos estomatólogos, etc.) ya que no se han tomado las medidas institucionales para modificar la dolorosa clasificación (RVOE, Acuerdo 279, Diario Oficial, 10/07/2000) donde se incluye a la carrera de odontología dentro del rubro de programas prácticos, al nivel que tienen carreras como enfermería, trabajo social, optometría, etc.
Sin demérito de quién posee las aptitudes y una alta sensibilidad en el desarrollo de su práctica profesional ¿Qué es más importante HOY en este siglo XXI; un profesionista científico, o un dentista artístico? ¿Buscar los mejor materiales para remplazar los dientes perdidos? O ¿encontrar las mejores alternativas para tener un paciente informado, con sus dientes naturales?
¿Conservar los dientes en la boca del paciente o conservarlos en una cajita, con todo y su corona de porcelana?
Como profesionales de la Odontología, somos verdaderos protagonistas del futuro inmediato y responsables del futuro lejano. Podemos y debemos intuir la necesidad de general una nueva visión sobre nuestra “práctica” odontológica. Por lo tanto, es necesario promover una serie de ejercicios por hacer, por emprender como académicos, como profesionistas responsables o como simple estudiosos de nuestro tema.
Particularmente como odontólogos no podemos permanecer enclavados en pensamientos dogmáticos ni pragmáticos. Debemos evolucionar al conocimiento científico. El mismo Albert Einstein decía; "La locura es la esperanza de lograr resultados diferentes mientras se continúa haciendo las mismas cosas".
La llamada “Odontología Moderna” surgió cuando Pierre Fauchard en 1723 con su épica obra “Le chirugien dentiste, ou, traité des dents” rompió con la imagen de los espontáneos barberos y charlatanes para emerger el titulo que de manera secular seguimos portando en nuestro título profesional, Cirujano Dentista, o simple “C.D.” (Casi Doctor) o llanamente DENTISTA. El “oculista” ahora es oftalmólogo, el “anestesista” ahora es anestesiólogo ¿Por qué no hoy nosotros debamos ser al menos un Odontólogo o Médico Estomatólogo? ¡Si es que ya hemos evolucionado!
De los doctores merolicos y la dentistería del siglo XIX y en el mismo siglo XX, gran parte de la práctica fue desarrollada de manera artística, por no llamarla peyorativamente empírica. Pero la odontología del siglo XXI debe alejarse del empirismo, del tratamiento anecdótico o de la “odontología basada en la experiencia” o “práctica dental basada en la existencia”.
La sola experiencia sin la menor evidencia nos puede llevar a cometer el mismo error una y otra vez repetirlo con mayor seguridad. Por lo tanto, la Odontología del Siglo XXI debe ser fundamentalmente científica, pero sin perder las columnas de la sensibilidad, la empatía, el humanismo y los principios bioéticos.
La odontología basada en la evidencia (OBE) es la nueva guía profesional que determina la validez de múltiples resultados de la investigación científica y la manera en que pueden aplicarse a la práctica clínica tomando decisiones inteligentes, no acciones empíricas ni anecdóticas. Lamentablemente el apartarnos de este principio fundamental nos ha llevado a que la carrera de Odontología, aún en nuestro tiempo, siga siendo considerada como una carrera “práctica” al nivel similar de la carrera de enfermería o trabajo social, y no una carrera científica como lo es Medicina, Biología, Agronomía, etc.
Es por eso que los planes curriculares o las mismas formas de tratamiento del siglo XXI no pueden permanecer con la misma filosofía o viejo paradigma de cuando fueron creados, ni deben prevalecer enclavados en nuestra mente basados solo en la anecdótica conferencia magistral o en una clase preceptoral.
El odontólogo del siglo XXI debe por fin ser el médico de la boca, el profesor de los enfermos, el maestro en la motivación, sin miedo ser un verdadero DOCTOR (Del lat. doctor, -ōris, docens, -entis, part. act. de docēre, enseñar)...
LIMITADO
1. 1 x 4 = Pecado por omisión y comisión
2. Presupuestos gratis
3. La profilaxis NO es para todos
4. Cepillado tres veces al día
5. Visitas cada seis meses
ACERTADO
1. 1 x 4 = Sonda, espejo, explorador y pinzas
2. Desarrollar diagnósticos y asignar pronósticos
3. Tratamiento periodontal planeado
4. Prevención solo funciona con educación
5. Visitas de acuerdo al perfil de cada paciente
En el siglo XXI la Odontología Preventiva no puede ser solo una asignatura más, debe ser el perfil del profesional que busca ofrecer una medicina oral predictiva. Prevención ya no es por lo tanto aplicar flúor, poner selladores y profilaxis cada seis meses, para cada seis años el paciente pierda seis dientes más. Por lo tanto, no debemos esperar que en el futuro los dientes sean remplazados por implantes o por transplantes clonados con un idealismo por ganar una tercera dentición, ¡la tercera es la vencida!
No obstante los avances biotecnológicos de hoy, a la implantología no podemos hacerla ciencia cuando en los principios se enclavan solo intereses comerciales que caen en una implantomanía. No se puede hacer ciencia de un tipo de procedimientos cuando la esencia de un tratamiento profesional debe ser la preservación: (Del lat. praeservāre). Proteger, resguardar anticipadamente a una persona, animal o cosa, de algún daño o peligro.
Prevención es el acto de pre-ver, saber predecir lo que puede ocurrir y anticiparse a los hechos y actuar con un razonamiento ético, es la actitud de preservar lo único que Dios nos da dos veces.
Cuando era inminente que se aproximaba el final de un siglo XX, parecía que el mundo giraba más vertiginosamente en espera del tercer milenio, y los hechos lo constataban. Ya se había visto como se entibiaba una guerra fría, se demolían muros de piedra y se levantaban cortinas de hierro al igual que se removían monumentos de plazas rojas. Eran las señales que el mundo se preparaba para el cambio. Se iniciaba también la era de la PERIOSTROIKA, los cambios de la Odontología a partir de los principios de la Periodontología.
Wilhelm Conrad Röntgen (1845-1923) quién con su descubrimiento de los “Rayos X” dio a la humanidad una visión distinta de nuestro cuerpo. Tal es el caso, para que un médico pueda tener una visión más clara de lo que afecta a su enfermo. El descubrimiento de Röntgen ha evolucionado para permitirnos ahora tener imágenes a través de radiovisiógrafos o tomografías axiales computarizadas que nos permiten ser no solo más asertivos en el diagnóstico, sino en la planeación del acto quirúrgico con imágenes y hasta modelos tridimensionales.
Y de regreso a nuestro contexto nacional, y contemporáneo. Donde se siguen abriendo escuelas de odontología, y en resultante se continúa formando profesionistas “prácticos” (cirujanos dentistas, licenciados en odontología, médicos estomatólogos, etc.) ya que no se han tomado las medidas institucionales para modificar la dolorosa clasificación (RVOE, Acuerdo 279, Diario Oficial, 10/07/2000) donde se incluye a la carrera de odontología dentro del rubro de programas prácticos, al nivel que tienen carreras como enfermería, trabajo social, optometría, etc.
Sin demérito de quién posee las aptitudes y una alta sensibilidad en el desarrollo de su práctica profesional ¿Qué es más importante HOY en este siglo XXI; un profesionista científico, o un dentista artístico? ¿Buscar los mejor materiales para remplazar los dientes perdidos? O ¿encontrar las mejores alternativas para tener un paciente informado, con sus dientes naturales?
¿Conservar los dientes en la boca del paciente o conservarlos en una cajita, con todo y su corona de porcelana?
Como profesionales de la Odontología, somos verdaderos protagonistas del futuro inmediato y responsables del futuro lejano. Podemos y debemos intuir la necesidad de general una nueva visión sobre nuestra “práctica” odontológica. Por lo tanto, es necesario promover una serie de ejercicios por hacer, por emprender como académicos, como profesionistas responsables o como simple estudiosos de nuestro tema.
Particularmente como odontólogos no podemos permanecer enclavados en pensamientos dogmáticos ni pragmáticos. Debemos evolucionar al conocimiento científico. El mismo Albert Einstein decía; "La locura es la esperanza de lograr resultados diferentes mientras se continúa haciendo las mismas cosas".
La llamada “Odontología Moderna” surgió cuando Pierre Fauchard en 1723 con su épica obra “Le chirugien dentiste, ou, traité des dents” rompió con la imagen de los espontáneos barberos y charlatanes para emerger el titulo que de manera secular seguimos portando en nuestro título profesional, Cirujano Dentista, o simple “C.D.” (Casi Doctor) o llanamente DENTISTA. El “oculista” ahora es oftalmólogo, el “anestesista” ahora es anestesiólogo ¿Por qué no hoy nosotros debamos ser al menos un Odontólogo o Médico Estomatólogo? ¡Si es que ya hemos evolucionado!
De los doctores merolicos y la dentistería del siglo XIX y en el mismo siglo XX, gran parte de la práctica fue desarrollada de manera artística, por no llamarla peyorativamente empírica. Pero la odontología del siglo XXI debe alejarse del empirismo, del tratamiento anecdótico o de la “odontología basada en la experiencia” o “práctica dental basada en la existencia”.
La sola experiencia sin la menor evidencia nos puede llevar a cometer el mismo error una y otra vez repetirlo con mayor seguridad. Por lo tanto, la Odontología del Siglo XXI debe ser fundamentalmente científica, pero sin perder las columnas de la sensibilidad, la empatía, el humanismo y los principios bioéticos.
La odontología basada en la evidencia (OBE) es la nueva guía profesional que determina la validez de múltiples resultados de la investigación científica y la manera en que pueden aplicarse a la práctica clínica tomando decisiones inteligentes, no acciones empíricas ni anecdóticas. Lamentablemente el apartarnos de este principio fundamental nos ha llevado a que la carrera de Odontología, aún en nuestro tiempo, siga siendo considerada como una carrera “práctica” al nivel similar de la carrera de enfermería o trabajo social, y no una carrera científica como lo es Medicina, Biología, Agronomía, etc.
Es por eso que los planes curriculares o las mismas formas de tratamiento del siglo XXI no pueden permanecer con la misma filosofía o viejo paradigma de cuando fueron creados, ni deben prevalecer enclavados en nuestra mente basados solo en la anecdótica conferencia magistral o en una clase preceptoral.
El odontólogo del siglo XXI debe por fin ser el médico de la boca, el profesor de los enfermos, el maestro en la motivación, sin miedo ser un verdadero DOCTOR (Del lat. doctor, -ōris, docens, -entis, part. act. de docēre, enseñar)...
LIMITADO
1. 1 x 4 = Pecado por omisión y comisión
2. Presupuestos gratis
3. La profilaxis NO es para todos
4. Cepillado tres veces al día
5. Visitas cada seis meses
ACERTADO
1. 1 x 4 = Sonda, espejo, explorador y pinzas
2. Desarrollar diagnósticos y asignar pronósticos
3. Tratamiento periodontal planeado
4. Prevención solo funciona con educación
5. Visitas de acuerdo al perfil de cada paciente
En el siglo XXI la Odontología Preventiva no puede ser solo una asignatura más, debe ser el perfil del profesional que busca ofrecer una medicina oral predictiva. Prevención ya no es por lo tanto aplicar flúor, poner selladores y profilaxis cada seis meses, para cada seis años el paciente pierda seis dientes más. Por lo tanto, no debemos esperar que en el futuro los dientes sean remplazados por implantes o por transplantes clonados con un idealismo por ganar una tercera dentición, ¡la tercera es la vencida!
No obstante los avances biotecnológicos de hoy, a la implantología no podemos hacerla ciencia cuando en los principios se enclavan solo intereses comerciales que caen en una implantomanía. No se puede hacer ciencia de un tipo de procedimientos cuando la esencia de un tratamiento profesional debe ser la preservación: (Del lat. praeservāre). Proteger, resguardar anticipadamente a una persona, animal o cosa, de algún daño o peligro.
Prevención es el acto de pre-ver, saber predecir lo que puede ocurrir y anticiparse a los hechos y actuar con un razonamiento ético, es la actitud de preservar lo único que Dios nos da dos veces.
Cuando era inminente que se aproximaba el final de un siglo XX, parecía que el mundo giraba más vertiginosamente en espera del tercer milenio, y los hechos lo constataban. Ya se había visto como se entibiaba una guerra fría, se demolían muros de piedra y se levantaban cortinas de hierro al igual que se removían monumentos de plazas rojas. Eran las señales que el mundo se preparaba para el cambio. Se iniciaba también la era de la PERIOSTROIKA, los cambios de la Odontología a partir de los principios de la Periodontología.
La odontología del siglo XXI es el arte para conservar pacientes, pero en mucho más, es la ciencia para conservar los dientes de los pacientes.
El nuevo paradigma en Odontología del Siglo XXI es:
Destrucción mínima, prevención máxima
Mínima invasión, máxima preservación
Intervención mínima, preservación máxima
Destrucción mínima, prevención máxima
Mínima invasión, máxima preservación
Intervención mínima, preservación máxima
¡Prevención de la Extensión!
Es por eso que ahora sería absurdo imaginarse el futuro con un “dentista del siglo XXI” preparando cavidades de pisos planos y paredes paralelas con un innovador sistema de láser YAG-er o YSGG. O simplemente haciendo extracciones de viejos restos radiculares con un futurista equipo de radiación ionizante administrada con bio-nanotecnología, o tratando abscesos con microchips farmacogenéticos en bacterias de Troya.
Por lo tanto la odontología del futuro no se puede ver simplemente trabajando en sillones espaciales con botones mágicos que automaticen nuestra inteligencia.
Es por eso que ahora sería absurdo imaginarse el futuro con un “dentista del siglo XXI” preparando cavidades de pisos planos y paredes paralelas con un innovador sistema de láser YAG-er o YSGG. O simplemente haciendo extracciones de viejos restos radiculares con un futurista equipo de radiación ionizante administrada con bio-nanotecnología, o tratando abscesos con microchips farmacogenéticos en bacterias de Troya.
Por lo tanto la odontología del futuro no se puede ver simplemente trabajando en sillones espaciales con botones mágicos que automaticen nuestra inteligencia.
El futuro empezó Hoy
ELEMENTOS PARA EL CAMBIO
* Institucionales de Salud Pública
1. Fomentar la investigación de campo, trabajo clínico y medicina social
2. Realizar buenos estudios epidemiológicos para tazar la morbilidad y mortalidad de enfermedades bucales en México
3. Implementar programas de control de riesgos desde la población infantil en escuelas preescolares y primarias con seguimiento semestral
4. Desarrollar estrategias sencillas como una profilaxis mensual y secuencial a niños preescolares a través de pasantes en servicio social
5. Efectuar cincuenta y dos “Semanas de Salud Bucal” al año, y no solo una o dos
6. Implementar una Dirección General de Medicina Estomatológica
* Institucionales Académicas y Gremiales
1. Planear y regular la apertura (o cierre) de escuelas (licenciatura y postgrado) solo con evaluaciones de interés social, no personal o comercial y acreditar las existentes
2. Modificar y acreditar planes curriculares con suficiente contenido científico; (Vrgr. Medicina basada en evidencia, biología molecular y genómica) y contenido humanista (bioética y ética médica)
3. Unificar el nombre de la carrera y el titulo profesional con un perfil verdadero de vocación y empatía por la salud de los pacientes
4. Vincular al estudiante y egresado con el crecimiento y liderazgo profesional a través de los colegios de profesionistas y los institutos de postgrado
5. Promover certificación profesional y fomentar la práctica ética para convertir círculos viciosos de enfermedad en círculos virtuosos de salud
6. Instituir una Academia Mexicana de Ciencias Odontológicas
Cambio y unificación en la terminología
Códigos de procedimientos
Códigos de ética
Glosario de términos
* Profesionales
1. Usar una sonda periodontal en todos los pacientes
2. Tomar actitud de cambio y aptitud de conocimientos
3. Diagnosticar de manera integral (interdisciplinaria no multidisciplinaria)
4. Educar e informar al paciente de manera puntual
5. Tratar con evidencia científica y referir a especialistas (no ser odontotodólogo)
6. Ser un odontólogo proactivo
Un Odontólogo Proactivo
.- Debe actuar anticipándose a las consecuencias y controlarlas: actuar para evitar el mal y producir un bien
.- Debe potencializar la elevación de la calidad de vida no solo de sus pacientes sino también de su propia calidad y autoestima
.- En el servicio proactivo intervienen varios factores: La visión para tomar una actitud de cambio y la misión para adoptar una aptitud profesional bioética
.- La actualización de sus conocimientos y la misión para educar a sus pacientes.
"La Arqueología es la única ciencia cuyo futuro siempre estará en ruinas…
La Odontología es la ciencia con la suficiente influencia para determinar su futuro"
Agustín Zerón
Noviembre 2004, www.ICD.org
.- Debe actuar anticipándose a las consecuencias y controlarlas: actuar para evitar el mal y producir un bien
.- Debe potencializar la elevación de la calidad de vida no solo de sus pacientes sino también de su propia calidad y autoestima
.- En el servicio proactivo intervienen varios factores: La visión para tomar una actitud de cambio y la misión para adoptar una aptitud profesional bioética
.- La actualización de sus conocimientos y la misión para educar a sus pacientes.
"La Arqueología es la única ciencia cuyo futuro siempre estará en ruinas…
La Odontología es la ciencia con la suficiente influencia para determinar su futuro"
Agustín Zerón
Noviembre 2004, www.ICD.org
No comments:
Post a Comment